Castaña asada: aroma del otoño gallego

Muchos son los productos de la tierra que caracterizan la gastronomía gallega. Sin embargo, no se puede dejar pasar el mes de noviembre sin hablar de la castaña.

Vendedor de castañas en la Plaza de la Herrería, Pontevedra
Vendedor de castañas en la Plaza de la Herrería, Pontevedra

Aunque esta se consume de diversas maneras (asadas, cocidas, como guarnición, confitada, etc), es a la castaña asada a la que se dedica este artículo. Ya desde principios de octubre y hasta navidad se puede encontrar a un vendedor asando castañas en diversas plazas y esquinas de las ciudades gallegas. Todos ellos están equipados con carritos similares, réplicas de la Locomotora Santa Fe, donde asan las castañas frescas con carbón, desprendiendo ese aroma típico del otoño gallego.

 

La época de producción de castañas se extiende desde septiembre las más tempranas o Sanmigueleñas, hasta noviembre, las Sanmartiniegas, en función de la variedad y la zona. Es a finales de la cosecha, por San Martin, cuando se celebra la tradicional fiesta del magosto, como bien refleja el refrán: “Por san Martiño, faise o magosto con castañas asadas e viño ou mosto”. Originalmente esta era una festividad nocturna en la que se celebraba y honraba la buena cosecha, donde las familias se reunían alrededor del fuego para asar castañas frescas, contar cuentos y rememorar leyendas.

Festa do Magosoto – Ourense Imagen de http://www.turismo.gal/

Además se acompañaban de otros productos del país como el vino nuevo, chorizo o empanadas, sin olvidarse de la queimada final, las gaitas y las panderetas. Hoy en día, numerosos pueblos y ciudades siguen celebrando esta festividad, especialmente en Ourense, donde ha sido nombrada festividad de interés turístico por tener a San Martin como patrón.

 

Cabría destacar, sin embargo, que el aprovechamiento del castaño en Galicia, y en Europa en general, ha sufrido altibajos a lo largo de la historia. En origen, aunque el principal uso era forestal, su fruto constituía una fuente de alimento básica para las familias rurales, debido a su alto contenido en hidratos de carbono y la facilidad de almacenaje. No obstante, en el siglo XIX su consumo fue notablemente reducido debido al incremento del cultivo de patata y maíz. Esto, junto con el posterior éxodo rural, hizo que el cuidado y aprovechamiento de los castañares se abandonara casi en su totalidad, favoreciendo los estragos causados por dos enfermedades criptogámicas que han disminuido drásticamente la superficie de castaño en toda Europa: la tinta (Phytophthora cinnamoni Rands.) y el chancro (Cryphonectria parasítica (Murr.) Barr.).

 

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IGP Castaña de Galicia

Sin embargo, en las últimas décadas han surgido numerosas iniciativas locales para la recuperación del castañar y la revalorización de su fruto. Tanto es así, que en 2010 la Unión Europea incluyó la castaña gallega en el registro de denominaciones de origen de calidad. De hecho, muchas de las variedades cultivadas en Galicia, están recogidas en la Indicación Geográfica Protegida “Castaña de Galicia”.

Ya saben, si pasan por tierras gallegas en lo que queda de mes, ¡todavía no es tarde para deleitarse con este sencillo pero sabroso manjar!

 

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